domingo, 10 de octubre de 2010

Como entrenar a tu dragón + 44 inch chest

44 INCH CHEST


Como ha sido domingo y estaba con un mal cuerpo horroroso, más vivo que muerto, por que si estuviese muerto no sentiría este dolor, me he visto dos peliculiñas a ver si me olvidaba un poco de toda la maldad del universo. Total, que he cenado a las siete de la tarde, por que también me he propuesto dejar de fumar de una maldita vez. Albóndigas con puré de patatas, con lo que una peli sobre criminales encajaría al dedillo con el plato. Y por allí tenia entre los torrents “44 inch chest”, un muy divertido drama de tíos duros ingleses. Siempre es divertido verles gritar y decir mucho fuck y soltar algún puñetazo, más aún con el estupendo reparto que posee. En el papel de protagonista tenemos a Ray Winstone, un hombre que tras consultarlo he debido de verle en varias películas pero nunca me ha llamado la atención hasta ahora. Interpreta a un hombre con sobrepeso y tirantes que queda desolado por un dramático suceso sentimental que tendrá que “resolver” en una habitación donde prácticamente solo hay un armario (de 44 pulgadas intuyo). Es un personaje muy reflexivo al que le veremos decir palabras mayúsculas sobre el amor y la vida, lo que para la típica visión del mafioso, resulta algo original. Entre los amigos que quieren ayudarle, destacare al televisivo Ian McShane (Deadwood, Los pilares de la tierra), que hay que reconocer que es un señor de mucho carisma y poderosa voz, pero que le han dado un personaje quizá demasiado vanidoso que cuando le toca hablar, los planos suelen esperar a que termine y se hacen un poco largos. También esta estupendo John Hurt (V de Vendetta, La llave del mal), que aporta casi todo el humor de la cinta chillando e insultando como el loco que es su personaje Peanut.


Sobre el film en general, pues habrá gente a la que le guste por que puede recordar a Reservoir Dogs y habrá otros que la odien por que también les recordará a Reservoir Dogs. No es Reservoir Dogs, pero ya se nos podrían ocurrir a todos unos guiones tan baratos y resultones, aunque al final puede que le sobren unos minutillos por que el tema no da para más... O escenas enteras como alguna que hay por ahí de carácter onírico, que están como un poco de moda y pocas veces funcionan.


COMO ENTRENAR A TU DRAGON


Tenia ganas de ver animación digital, aunque con el secreto de Kells quedase über-maravillado. Se que todo el mundo dice maravillas de Toy Story 3, pero tendría que ver primero la segunda parte y eso ya me da mas pereza. Como entrenar a tu dragón me ofrecía vikingos y dragones y no me ha decepcionado en absoluto.


La película es genial, divertidísima. En lo referente a los hechos entre personajes, digamos relacionales, pues si que hay una sensación de “esto yo ya lo he visto en otra parte” que al más terco le forzara a prever los futuros acontecimientos y con toda seguridad, acertarlos. Pero me cago en la leche, a mi de pequeñito me dan una película técnicamente impresionante, con bárbaros blandiendo hachas, fuego, peleas aéreas y destrucción y yo me meo encima. De haber sido así ahora tal vez fuese leñador en lugar de un cretino con un blog. ¡Puto Mufasa!


Las futuras entregas las veré en el cine con las gafas esas, que después del taquillazo que ha supuesto y siendo una saga de novelas de su autora original Cressida Cowell, esto huele a franquiciaca.


sábado, 9 de octubre de 2010

The Secret of Kells (2009)


Brendan es un pequeño aprendiz de monje que nunca ha salido de la abadía de Kells donde su tío, el abad, esta obsesionado con un posible ataque vikingo y tiene a toda la población levantando un muro preventivo. Pocas diversiones le quedan pues a nuestro protagonista que se dedicará a fantasear con mitos y leyendas y perseguir algún pato de vez en cuando. A partir de esta premisa se irá desarrollando una fábula sencillita donde la moraleja nos dirá cosas como que “el miedo es un ladrón”, que merece exponerse a los peligros del mundo con tal de contemplar la magia que en el habita o que la imaginación, la belleza y el poder de la palabra son una buena herramienta de pacificación que aunque no ganen mas guerras que el afilado acero, resultan también un buen refugio y enlace a ocultos extraordinarios. Había intentado no excederme en alabanzas, pero esta película ha supuesto un viaje tal a la magia que ha sido imposible evitar esta pomposidad.


Por encima de la trama, destaca sobre todo la forma en que esta animada la serie. Sin miedo a romper las perspectivas o introducir “txiribitas” que vuelan por la pantalla con un sentido que jamás alcanzarán las que suelen salir en las nuevas y oportunistas cintas 3D, a medio camino entre la vidriera y la pintura románica y plagado de lineas y geometría espirálica de unos colores nuevamente, mágicos. Muy cercano a lo que entre colegas llamamos “estilo Wind Waker”. Si a esto le sumamos una impresionante banda sonora que con sus notas de viento y cuerdas celtas te introduce en ese mundo de dibujo no realista para dejarte pegado incluso cuando los créditos llevan 3 minutos subiendo por la pantalla, el resultado termina siendo colosal. Hablando de los créditos, esta es la ultima canción que aparece bien entrados los mismos, por si no he sido capaz de convencer a nadie de que la vea:



domingo, 3 de octubre de 2010

Machete



Machete tiene tantos personajes y estos hablan tantísimo que llega a cansar. Pero hay uno que apenas dice nada y este es su protagonista. El Rodriguez lo ha plantado delante de la cámara con muy pocas frases y muy breves con lo que solo le queda girar la cabeza mientras los demás le hablan a el. Parece como si no se hubiese confiado en el. Y las primeras matanzas tienen su gracia, pero al final carecen de alma. La contienda final es anti-climax. Le podría haber echado una mano su amigo del alma Quentin, que en ese sentido es de los mejores.

Hay una tendencia a narrar una gran parte de la historia mediante imágenes en televisores que es incluso molesta. Parece que se ha buscado crear un personaje con la televisión, que tratándose de “Los States” tiene sentido, pero ya digo que su uso es exagerado. Unido a personajes de poca chicha que están ahí para enseñar alguna teta, como la LiLo, propician el atragantamiento a pesar de lo sencillo de la historieta.

La música corre a cargo de “Chingon”, la banda de Rodriguez, que francamente esta bastante bien aunque no escucharemos aquí una pieza de poder como fue la versión de Malagueña Salerosa de los créditos de Kill Bill.

En fin, una pequeña decepción, sobre todo por que hace falta mas cine de entretenimiento de corte adulto y sin pretensiones, pero que en este caso a mi no me ha convencido. Confío en que Rutger Hauer y su “Mendigo con escopeta” estén por encima.